En febrero del presente año, se promulgó una ley de gran importancia, que sin embargo no ha sido suficientemente analizada y difundida a nivel regional, pese a afectar positivamente al turismo. Se trata de la Ley Nº 21.138, que permite a naves extranjeras brindar servicio de cabotaje de pasajeros en el litoral chileno.
Esta ley abre una amplia gama de oportunidades al sector turismo de la región de Arica y Parinacota, porque permitirá que los cruceros que recalan en Arica embarquen y desembarquen pasajeros que viajen entre puertos chilenos. Así, será posible que pasajeros se trasladen al puerto de Arica para tomar unas vacaciones navegando en un crucero con destino a Valparaíso, Puerto Montt, Punta Arenas u otros destinos de Chile, y a la inversa, que pasajeros que aborden un crucero en algún puerto chileno, culminen su viaje en Arica.
Obviamente, la ley que comentamos no tuvo impacto en la temporada 2018-2019, porque la industria de cruceros se programa con años de anticipación. Su impacto dependerá de la promoción y los productos que el sector turismo de la región ofrezca, lo que incluye difundir la ley, ofrecer el turismo de cruceros como alternativa de vacaciones y obviamente, proponer Arica como destino previo al embarque y/o posterior al desembarque.
Los beneficios de esta nueva alternativa turística no se limitan al número de pasajeros que se decidan por ella, con el consiguiente aumento de turistas que recibe y atiende la región: si esta alternativa tiene éxito, las empresas de cruceros estudiarán poner mayores frecuencias de recaladas de naves en temporadas futuras.
Hay otra dimensión a explorar: la de turistas de diversas nacionalidades que visitan Cuzco, Macchu Picchu y Tiahuanaco, y que encontrarán en los cruceros, una alternativa para conocer Chile.
Un programa promocional y facilitador del cabotaje nacional de pasajeros, con los consiguientes productos, es un buen desafío para que los entes públicos y privados ligados al turismo, lo formulen e implementen. Busquemos aliados en los agentes turísticos de otros puertos chilenos en que recalan cruceros, partiendo por convocarlos a Arica, en fecha próxima, para diseñar una estrategia de promoción conjunta, que a todos favorece.